Estamos en el mes de junio, y a parte de celebrar la entrada del verano, también estamos celebrando el mes del orgullo gay. Si, este año se celebra durante todo un mes por ser el 50 aniversario de los disturbios de Stone Wall.
Como en Shaka CrossFit somos muy de celebrar todo lo que nos hace únicos y diferentes, hoy vamos a dejar que este post lo escriba Jesús, uno de nuestros atletas más reivindicativos con los derechos del colectivo LGTBIQ+, y parte de la familia de Shaka CrossFit.
“Me gustaría empezar este post haciendoos pensar en una palabra: INTEGRACIÓN. Estoy seguro de que todos tenéis más o menos una definición clara de lo que significa. Pero, ¿es un acto que llevamos a cabo? ¿Practicamos la integración todos los días? ¿Hasta que punto es necesaria y cuál es su límite?
Se podría generar un amplio debate hablando solo con esta palabra, y es que, lo creáis o no, la integración es parte de los derechos humanos. Todo ser humano tiene el derecho de ser parte igualitaria de una sociedad, sin importar su raza, sexo, edad, o religión. Es importante hacer entender que los derechos LGTBIQ+ también son derechos humanos, porque es igual de grave discriminar a una mujer por su sexo, que a un hombre por su religión, o a una mujer transexual por no ser una mujer cisgénero.
Es por eso por lo que me siento muy afortunado de vivir en Madrid, una ciudad que ha demostrado una y mil veces que es pionera en igualdad y en derechos, y donde la integración es una manera de vida. Da lo mismo de donde vengas, o como seas, porque aquí siempre vas a encontrar tu lugar.
Aun así, es difícil ser gay (abiertamente gay, entiéndase) y vivir en España. Se escuchan comentarios vejatorios, hay gente que se toma la libertad de opinar sobre como caminas, como hablas, como te expresas… Y no solo eso. Somos un colectivo que sigue recibiendo palizas en la calle por grupos radicales y no sale en los telediarios y que aún sufre marginación en el mundo laboral.
Las conductas homófobas están insertadas en nuestro ADN social, y no es fácil limpiar esa lacra. Pero, aun así, insistimos. Y luchamos. Luchamos con amor y educación, que son dos armas lentas pero efectivas.
Si se habla de homofobia, huelga decir que el mundo del deporte está muy influenciado. Es muy complicado poder practicar un deporte sin notar la lacra de la homofobia, que te cohíbe de ser como eres por miedo a no sentirte integrado (¿te suena esta palabra?). A día de hoy la losa de la discriminación homosexual sigue pesando en la sociedad deportiva, y da lo mismo el deporte que practiques. Parece ser necesario cumplir un prototipo de masculinidad estereotipada si quieres ser considerado un buen deportista, cuando tus logros solo los debe definir tu esfuerzo.
En mi caso, siempre me ha gustado el deporte, aunque desde niño se me hacía muy difícil poder practicarlo. Natación, judo, baloncesto, futbol, atletismo… Todo lo probaba, y siempre lo acababa dejando. Ser un niño afeminado no es fácil, sobre todo cuando no tienes recursos para defenderte. Tarde años en darme cuenta de que mi “femineidad” no me hacía menos hombre, sino más bien todo lo contrario. Me encantaría que la gente entendiese que hay muchos tipos de comportamiento masculino, y que ninguno te define como persona.
Abandoné el deporte por completo durante mucho tiempo, hasta que un día, hace cuatro años, decidí ir a practicar CrossFit.
He practicado CrossFit en varios centros de Madrid, y admito que nunca me he sentido tan a gusto como estoy en Shaka CrossFit. Puede que conocer a Claudio y a Dani de antes haya servido de ayuda, pero si tengo que hablar de INTEGRACIÓN, en Shaka CrossFit han elevado esa palabra a su máximo esplendor. Aquí no importa cómo me exprese, como vista, o con quien me “relacione”. Shaka CrossFit se preocupa de mi como persona, y no con una etiqueta. Aquí nadie es más que nadie, y el ultimo en terminar es siempre el más felicitado. Es un lugar al que siempre quiero ir, porque me siento como si estuviese en mi propia casa.
Shaka CrossFit es, en todos los sentidos, una familia. MI FAMILIA. Y siempre les voy a estar agradecidos por saber ver más allá de mi sexualidad y valorarme como persona.
Por último, me gustaría cerrar este post con una frase de Hector Xtravaganza:
“Blood does not family make. Those are relatives. Family are those with whom you share your Good, bad, and ugly, and still love one another in the end. Those are the one you select”
(Los lazos de sangre no crean una familia. Estos son relativos. La familia la forman aquellos con los que compartimos lo bueno, lo malo, lo feo, y nos seguimos queriendo al final. Esas son las personas que escoges)
Gracias por volver a leeros, crossfiteros. Os esperamos en el siguiente post, ¡y a reivindicar ese orgullo!